martes, 2 de marzo de 2010

AUTORRETRATO


Isabella, una jóven de 17 años era adicta a la fotografía, desde niña siempre había sentido el gusto por captar las imagenes que le brindaba el paisaje a su alrededor, los rostros de su familia y los objetos que eran parte fundamental en su vida.
Isabella era una muy buena aluma y siempre creyó que su vida estaba destinada a conseguir un trabajo administrativo y tratar de encontrar la felicidad conformando una familia con muy buenos principios morales y a la cual le pudiera brindar una buena calidad de vida con lo que ganara en su trabajo. Sus padres confiaban plenamente en ella y siempre la veían en un futuro como una persona importante dentro del ámbito político o económico; sus hermanos, los mejores que ella podía tener, pensaban lo mismo que sus padres, sabían que Isabella iba a triunfar en alguno de estos campos.
Pasaron los años y cuando tenía que tomar la decisión de lo que quería para su vida tuvo la insatisfacción más grande que tal vez un musico al que le dañaran los instrumentos podía tener. Ella no sabía qué hacer pero en medio de todo sabía que había algo que le hablaba a su oído tratando de mostrale su camino.
Fueron muchas las flechas lanzadas en su contra y en sus pensamientos no cabía la posibilidad de tomar su cámara, aquella que desde niña siempre quiso como herramienta de trabajo. Era imposible, ella? la mejor estudiante? le mejor en Física? usando una cámara?. En ese momento leyó un artículo de su cantante favorito, en donde decía casualmente como su vida había cambiado de rumbo cuando una voz le habló a su oído y actualmente era demasiado felíz. Instantáneamente Isabella escuchó la misma voz que él escuchó y recordó su cámara. Por su mente pasaron las imagenes de las cosas que había pintado y los materiales que le gustaba comprar para decorar sus cosas. Recordó lo buena que era para crear y como hacía retratos de su fammilia y admiraba la belleza de los árboles, las flores, el cielo y todo lo que desde niña había visto fuera de casa.
En cuestión de sgundos se levantó de su silla y dio a su mamá la gran noticia. Para sorpresa de Isabella, la respuesta de ella no fue la mejor asi que una nube de decepción y duda se encontraba sobre ella. Pero no importaba, ella tenía que seguir como siempre, pensando en su futuro, tenía que buscar un paraguas para cubrise cuando la nube lloviera.
Cierto día Isabella se encontraba recordando su pasado mientras la voz le contaba lo que podría hacer con su cámara y le enseñaba en forma de sueños un futuro más felíz al que ella quería alcanzar. Sus fotos han sido conocidas por muchos y en sus manos y su mente esta la creatvidad e imaginacion que aun no la satisface, a todos les ha contado que la voz no la deja, está con ella a donde quiera que va y en sus fotos estan plamados uno a uno todos sus sueños. Aquella voz es Dios.

Liana Quiroga

NRC: 11131



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1 comentario:

LALIS dijo...

Yo creería que uno debe dejarse llevar por esa voz interior, por que todos la tenemos solo que unos las escuchan y otros ni nos damos por enterados o no hacemos el intento de escucharlo. Pero para eso debemos ser buenas personas y hacer las cosas con pasión y entrega. Aunque todos no tenemos las mismas oportunidades y las mismas facilidades y si muchas dificultades, si se quiere algo todos lo podemos lograr.